sábado, 9 de agosto de 2008

Origami y otras flexias

Es increíble, no tengo trabajo desde hace dos meses y, en otras circunstancias, eso hubiera sido un motivo de una gran depresión, pero siento que he aprovechado mi tiempo muy bien.

Ahora les cuento...

Bienvenido origami. Cuando éramos pequeños mi mamá nos hacía pequeñas grullas voladoras de papel, pero ahora
he redescubierto el placer del origami y estoy aprendiendo cada día figuras nuevas. Cada día busco en internet nuevos enlaces y trato de reproducir los modelos. Hay algunos que logro hacer fácilmente, muchos me cuestan tiempo y esfuerzo, algunos todavía no están a mi alcance, pero poco a poco voy introduciéndome en el maravilloso terreno de la papiroflexia. A fines de agosto participaré en Origami en la Mitad del Mundo; vamos a ver cómo me va.
Es que estoy preocupada por mi falta de concentración, mi incapacidad para recordar, mis dificultades para memorizar, los dolores en las articulaciones. Pero, he decidido gozar de una buena vejez; quiero compartir con los míos placenteramente la vida; y para eso es conveniente mejorar la salud física, emocional y mental. Entonces, estoy buscando actividades que pongan en movimiento mis neuronas, mis huesos, mis músculos, mi yo entera.
Empecé esta bitácora y estoy segura de que fue una excelente decisión. Escribir me ayudará a poner en orden mis ideas, a procesar mis preocupaciones y a recordar y revivir los buenos momentos.
Estoy mejorando mis conocimientos de computación e internet. Me horroriza ser un nuevo tipo de analfabeta. Me he propuesto aprender cada día algo nuevo sobre el tema y lo estoy consiguiendo.
He podido disfrutar más tiempo con mi mamá, hermanos y hermanas. A veces por exceso de trabajo o por escasez de interés no nos damos tiempo para compartir. Somos una gran tribu y, menos mal, todavía nos gusta estar juntos.
La semana pasada pude estar con mi hermano menor y mis dos sobrinos menores en Río Verde. Fue una buena semana. Compartimos buenos momentos, conversación, confidencias, playa, mar, juegos; en fin, estoy segura de que se fortalecieron y profundizaron nuestros afectos.
Estoy de profesora de mi amiga C. Le estoy enseñando a leer, escribir, sumar, restar; en fin, el límite será su propio interés y paciencia. Me encanta enseñar y trabajar con adultos siempre me ha proporcionado mucha satisfacción. Tengo mucha ilusión por el progreso de mi amiga. Sé que esto cambiará su vida y estoy muy contenta de participar en ello.
Hago gimnasia todos los días. Por fin he regularizado mi participación en el grupo del parque. Todos los días camino y hago gimnasia. He conocido a muy buenas amigas y ahora compartimos mucho más que el ejercicio físico. He vivido durante más de 15 años en este barrio y puedo decir que recién estoy conociendo a las vecinas. Es increíble cómo el tráfago de la ciudad nos aísla en medio de la multitud.
En fin, hay algunas cositas más, pero ya se las iré contando. Estoy contenta con mi vida de
ocupada sin trabajo remunerado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario