En mi ya largo camino he tenido muchas bifurcaciones; momentos en los que mi vida ha emprendido nuevos rumbos: algunos placenteros, otros no tanto; algunos han dejado una sonrisa de satisafacciòn en mi rostro otros una mueca de ansiedad, de algo no resuelto del todo; pero cada uno de ellos ha contribuido a crear mi actual yo. No he sido lineal, previsible, no. Siempre he estado llena de preguntas y las respuestas nunca han sido suficientes. Esta enorme ansia por saber de todo, por incursionar en lo que se presente no me ha permitido profundizar en algunas cosas que podrían haber sido importantes.
Éste no es un buen día para mí. Siento que mis responsabilidades en la educación de mis hijas
tuvo alguna fractura, o algunas, y no sé bien dónde ¿Qué es importante y qué no lo es? Algunas madres podrían decir: el éxito, el lograr una vida sin apuros económicos, poder educar a los hijos sin angustias y brindarles las mejores oportunidades que se pueda.
Mi medida de las cosas es otra, supongo.
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