miércoles, 11 de agosto de 2010
Muñeca de trapo
Hace tiempo escribí acerca de algunos de las razones del nombre "Muñeca de trapo", pero esos porqués ahora no son suficientes... Creo que a veces... muchas veces, me siento halada por los cabellos, sacudida por los brazos, llevada hacia donde no quiero, abandonada en un rincón. olvidada, postergada...
Pero esos sentimientos me aterran; quiero mi vida en mis manos, necesito tener el control; pero estoy viviendo una época en la que eso no es del todo posible; y entonces? talvez es uno de esos momentos en que hay que dejarse llevar, no luchar contra la corriente, sino aceptar que hay ocasiones en los que la vida de los otros cobra protagonismo y hay que ser feliz haciendo de acompañante. Y muchas veces lo logro... He llenado mis días con las tareas diarias que hacen felices a los otros y he logrado sentirme muy bien. He ayudado a la hermana a escribir sus trabajos; he corregido las páginas de la tesis del esposo; he revisado los trabajos de la hija; he acompañado a la madre a vencer su soledad, he escuchado al hermano volar en círculo sobre los mismos y repetidos problemas; he hablado con el sobrino y he tratado de llegarle al corazón; escucho a las amigas y comparto sus vidas, y de pronto, cuando en medio de la noche estoy sola, despierta, insomne, me doy cuenta que estoy viviendo vidas prestadas.
Todos los seres humanos tienen derecho a una época de relax; normalmente es la adolescencia cuando los jóvenes tienen suficiente con luchar por entender los enormes cambios que están sintiendo y no tienen energía para nada más que para lidiar con su propia vida. Y a veces me pregunto, ¿estoy viviendo mi adolescencia tardía? Si es así, debo tener la esperanza que pasará pronto...
Pero otras veces, cuando se han acabado las galletas que me tomó tiempo hacer, o se ha enfriado el pan, o me doy cuenta que no me atraso a ninguna parte, que busco algún pretexto para telefonear a alguien y trato de encontrar la manera de que mi visita sea explicable, me doy cuenta que algo en mi vida no está bien; por el momento siento que mi vida no tienen sentido, y es un enorme desperdicio. Podría hacer tantas cosas productivas, estoy tan vital, mi pensamiento está tan lúcido, puedo aprender con tanta facilidad cosas nuevas, mis manos son tan hábiles, tengo imaginación, no me asusta el trabajo duro, no me incomodan las largas jornadas de trabajo, tengo mucha más paciencia que cuando era joven y mi pensamiento todavía es muy veloz. Leo rápido, entiendo pronto, aprendo con facilidad, tengo capacidad de abstracción, puedo generalizar, puedo sintetizar, escribo bien. Y ahora qué puedo hacer con todo esto? No es justo para mí ni para los y las que me quieren limitarme a ser "dama de compañía" de quien me necesite, necesito ser la protagonista de mi propia vida... no es el momento de la vida plácida, necesito la adrenalina de los retos difíciles.
viernes, 7 de mayo de 2010
Colcha de los cien deseos para Constanza
Hace casi un año empecé este proyecto para mi nieta. Trabajarla me ayudó a que el tiempo de la dulce espera pasara más rápido. Muchos queridos y queridas partiparon en este proyecto. Me trajeron de todo. Al fin, después de mucho probar, cortar, recortar, hilvanar y coser, aquí está el resultado.
Constanza nació en noviembre y esta colcha y los amorosos deseos de todos los que la queremos cobijaron sus primeros sueños.
El reciclaje, un asunto de supervivencia familiar
Empecé a diseñar por necesidad cuando era adolescente y tenía que ingeniarme para no desentonar en las frecuentes fiestas pueblerinas de las dos de la tarde. Al apuro, la víspera, había que ingeniárselas para alistar una nueva prenda que generalmente era un colage -resultado de buscar en los baúles de la tía o los cajones de ropa de la madre- de prendas que ellas ya no usaran; y después de cortar, hilvanar, coser, volver a cortar y probarse cien veces se transformaban en el vestido nuevo que las amigas aplaudían. Y me fue atrapando el resultado...
En nuestra numerosa familia, el reciclaje no era un tema de moda: los hijos varones se vestían de elegantes ternos virados del padre; las hijas mujeres re-estrenaban felices los vestidos de la madre o dee las hermanas mayores. Se viraban los cuellos de las camisas, se ponían parches en los pantalones y se surcían los calcetines. Mi abuelita era una artista dibujando preciosos parches -siempre de un color diferente, y a menudo contrastante, en nuestras medias. Mi papá pasaba largas horas de los sábados por la tarde cosiendo primorosas punteras de cuero negro en nuestros zapatos "Pepito", que nuuunca se acababan. Mi mamá, a la hora del sol de venados, tejía un saco nuevo con las lanas de otros ya en desuso; en fin... era un asunto de supervivencia.
Nos comprábamos muy pocas cosas y, muchas veces, sumábamos el dinero de dos o de tres de nosotras para comprar un vestido que lo usaríamos por turnos. Ayyy, escribiendo esto me he llenado de nostalgia...
Cuando empecé a diseñar bolsos decidí tratar de usar tejidos, textiles, accesorios reciclados. Muchos de mis bolsos tienen historia tras de sí. Algunos nacieron de las telas guardadas durante generaciones en las casas de amigas y familiares. Otros tienen las huellas de antiguos abrigos, vestidos de fiesta, prendas para enamorar (como dice mi nieto, jajaja). Hay encajes de amigas que me los cedieron gustosas porque no sabían qué hacer con ellos; hay botones que estuvieron amorosamente guardados por décadas en latas de galletas, otros que he encontrado recorriendo días enteros en busca de bazares antiguos; en fin...¡Si los bolsos hablaran...!
viernes, 19 de junio de 2009
La colcha de los cien deseos, 百家被 Bai Jia Bei
En el norte de China existe una tradición para celebrar el nacimiento de un niño y compartir la felicidad por la llegada de esta nueva vida. Consiste en confeccionar un “Bai Jia Bei”, o “colcha de los 100 deseos”.
百家被
百 -bai-(cien), 家 -jia- (familia, hogar), 被 -bei- (colcha)
Es una colcha realizada con 100 retales de telas diferentes (patchwork) que son aportadas por 100 personas, entre familiares, amigos y conocidos.
Cada uno de estos retales viene acompañado con un deseo, poesía, proverbio, cita, etc. plasmado en un trozo de cuartilla, una hoja, tarjeta o postal, en la que también aparece un trocito menor de esa misma tela, que identifica el cuadradito de la colcha con el deseo y la persona que lo pidió.
Estos deseos se incorporan posteriormente en un álbum. De esta manera, cuando el niño o a niña sea mayor, podrá ver quienes han participado, a través de qué retales están presentes en su vida y cuáles fueron sus pensamientos, sentimientos o deseos cuando supieron que iba a llegar.
Esta es la historia que dio lugar a tradición:
“La última emperatriz de la dinastía Quing fue una simple concubina hasta el día que tuvo la suerte de dar a luz al único hijo varón del emperador. Durante un tiempo se vio forzada a dejar solo a su hijo y concibió un plan para protegerle de las viejas esposas del emperador y obligar a las poderosas familias Manchúes a cesar en su empeño de reclamar el trono. A cada uno de los jefes de los cien clanes más poderosos del Imperio les pidió una bobina de la mejor seda. Encargó a los costureros del palacio que cortaran estas piezas en pedacitos más pequeños y con estos trozos hicieran un traje para su hijo. Así, simbólicamente, pertenecería a cada una de estas cien nobles y poderosas familias. Y bajo su protección los dioses no osarían hacerle daño."
Bai Jia Bei o Colcha de los cien deseos
1. Escoge un retazo de tela de algodón que te guste. Seguramente tendrás algún pedazo de algún trabajo que hayas hecho antes. Busca en tus cajones, no queremos que salgas a comprar.
2. Algunas ideas para la selección del retal es que sea significativo para ti o que el diseño o el dibujo te parezcan bonitos. Es mejor que sea 100% algodón porque durará mucho tiempo y lucirá mejor. Trata de evitar telas elásticas como las de punto porque la confección es muy difícil.
3. Corta un retazo de 30 x 30 cm de la tela. Corta un segundo retazo de 5 x 5 cm.
4. Escribe a mano o imprime tu deseo para el nuevo ser que viene en camino (una frase, un deseo, un poema, una canción, un cuento, o lo que tú quieras). Con esto y el retal pequeño elaboraré un álbum para él o ella. Así todos su seres queridos estaremos presentes el resto de su vida.
5. RECUERDA INCLUIR TU NOMBRE
6. Con el retazo más grande elaboraré una colcha que guarde la suerte, cariño, energía y buenos deseos de todos los familiares y amigos que contribuyen con el proyecto.
(Las fotografías que anexo fueron tomadas del internet)
Yo nunca he hecho un trabajo de patchwork, entonces, me espera una difícil tarea. Sé que me tomará mucho tiempo y esfuerzo, pero estoy segura de que el resultado valdrá la pena: UNA HERMOSA COLCHA HECHA CON LOS SUEÑOS Y BUENOS DESEOS DE CERCANAS Y CERCANOS que retazo a retazo iremos acompañando a Nadia Ricardo y Bernardo en su dulce espera.
domingo, 8 de marzo de 2009
Pensando en voz alta
Éste no es un buen día para mí. Siento que mis responsabilidades en la educación de mis hijas
tuvo alguna fractura, o algunas, y no sé bien dónde ¿Qué es importante y qué no lo es? Algunas madres podrían decir: el éxito, el lograr una vida sin apuros económicos, poder educar a los hijos sin angustias y brindarles las mejores oportunidades que se pueda.
Mi medida de las cosas es otra, supongo.
lunes, 16 de febrero de 2009
SIETE
Ayer te cantamos a la distancia"CUMPLEAÑOS FELIZ", y todo el día estuviste presente en mis pensamientos, como tantos y tantos días.
Has crecido...
Has cambiado...
Hemos sido testigos distantes de esos cambios.
Sé que estás muy bien, la vida te sonríe, tienes muchos nuevos amigos; estás viviendo nuevas experiencias que, estoy segura, te prepararán mejor para el futuro.
Un enorme abrazo, mi querido; canta, crea, sueña, vuela.
jueves, 12 de febrero de 2009
Orquídeas en el Itchimbía
Según los entendidos, en el Ecuador existen más de 4000 especies de orquídeas, y pueden encontrarse en todos los rincones del país: en la costa, en las montañas, en los bosques nublados, en las selvas.
La semana pasada se realizó en Quito una exposición internacional de orquídeas. Valió la pena la visita. Me quedé con la inquietud de empezar a cultivarlas. Vamos a ver si se puede.
jueves, 9 de octubre de 2008
Creando bolsos y carteras
miércoles, 24 de septiembre de 2008
Blogging Friends Forever
Café en línea
Es buena idea, ¿no? El sábado nos reuniremos para tomar UN CAFECITO EN LÍNEA.
Están invitados l@s presentes y l@s ausentes. Es importante no perder la costumbre de compartir buenos momentos aunque estemos lejos. Vendrá el Camilo para hablar con el Ber. Abuelita,tí@s y prim@s estarán aquí para reírnos, recordar, contarnos algo de nuestras vidas y algo de la vida de los demás. Y sobretodo para querernos, aunque sea a la distancia.
Vamos a ver cómo sale.